lunes, 16 de junio de 2008
El acantilado se abría paso entre dos montañas gigantescas que no dejaban ver mas allá de sus picos,en lo alto de las cimas un rebaño de cabras montesas saltaba el acantilado arriesgandose a caer sin remedio al fondo de este.En una de las afiladas rocas k sobresalían del acantilado vi un cuerpo inerte,no se movía,ni siquiera alzó la cabeza cuando grite quien era y si estaba bien.Empecé a caminar por la llanura en la que estaban alojadas las dos montañas,tan solo di diez pasos pero aun así parecía que la montaña ya estaba a dos.Cuando llegué al pie de la montaña habría deseado no haberlo hecho pero ya estaba allí la cosa ya no tenía remedio,me puse a trepar por las rocas.Por el camino vi un nido de cuervos,dos nidos de cigüeñas y una cueva de osos abandonada.Como ya estaba oscureciendo y todavía me quedaba un largo trecho paré en esta ultima a descansar.
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